Ecos de Pravia

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La fuente de San Andrés

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Los manantiales que actualmente abastecen a Pravia son los siguientes: El denominado fuente del Güeyo, situado en el extremo oeste de la villa, que tiene su nacimiento en la estribación de la montaña llamada de Cueto, formada por roca caliza en cuyas estratificaciones discurren las aguas en bastante cantidad viniendo a reunirse para salir por la citada fuente. Por su pequeña altura respecto a la situación de la mayor parte de las casas, no podría ser aprovechado, a menos de una elevación, siempre costosa y de explotación delicada, más que para el servicio de las calles de San Antonio, cruce de la carretera de Grullos a Pravia, y desde este punto la carretera que va a Somado y a la calle de la Industria, antes calle de la Cuesta. En la actualidad vienen conducidas por una tubería de gres hasta la Plaza de la Reina Regente, en donde se construyó una fuente con varios caños que vierten las aguas en un abrevadero; existe también una derivación que lleva las aguas a un abrevadero y dos caños situados a la entrada de la calle de las Fuentes, al pie de la casa de Doña Concepción Prieto.

Proyecto de abastecimiento de aguas a la villa de Pravia (AHMP, 386/1)
Firmado en Gijón, el 31 de octubre de 1915, por el ingeniero de caminos Fernando de Laguardia.

De los caños de doña Concha ya hemos hablado hace algún tiempo, así que nos ocuparemos hoy de la fuente de San Andrés. Aunque no hemos encontrado documento alguno que nos asegure la fecha de su construcción, no es muy aventurado suponer que junto a la iglesia parroquial, lugar de reunión, de celebración del mercado y de tránsito, desde muy antiguo existiera una fuente. Sabemos por noticias sueltas que, además de la de la Fontana, había otras fuentes en la villa. Por ejemplo, en la sesión plenaria de 28 de enero de 1755, se acuerda que la reedificación de las fuentes, así la de la Fontana, salida y entrada de esta capital, (…) por ser tan precisas como necesarias en una y otra parte; en 1760, se justifica la suspensión de la procesión del Jueves Santo a la capilla del Valle por la quiebra y rompimiento que padecían los encañados de las aguas de las fuentes de esta villa, que ocasionaban pantano en aquel camino; en 1814, a propósito del debate sobre el lugar donde debía emplazarse el cementerio, los vecinos protestan por el lugar elegido por los motivos del riesgo eminente del contacto de las aguas que pueden pasar cerca de él y comunicarse con las de que se abastece esta villa, y, ésta en la que se menciona ya una fuente en la plaza: en la sesión de 1 de junio de 1828, se encarga a Manuel Salas Omaña pedir presupuesto, con consideración al estado en que se halla esta bolsa común, en Miranda de Abilés [sic], de la reparación del quebranto del conducto de las aguas que vienen a los Caños de la Plaza de esta villa, por lo que se hallan muy escaseados y van cerca de secar por el todo, lo que exige pronto remedio por ser un surtido de primera necesidad. (Apuntes para la historia de Pravia, José Antonio Martínez González, 2000).

La fuente donada por Fermín Galán, réplica de la de Mariano Colubi de 1863.

En 1838, se derriba la iglesia de San Andrés, tras una larga lucha de poderes entre el Ayuntamiento, que pedía el derribo por la seguridad de la gente que acudía al mercado semanal dado su estado ruinoso, la mejora de la higiene pública y porque suponía un obstáculo al ordenamiento urbanístico, y el eclesiástico, representado en el clero de la Colegiata, que no quería, como finalmente ocurrió, que fuera  reducida a iglesia parroquial. La fuente de San Andrés que hoy contemplamos es réplica, donada por el marmolista Fermín Galán en 1997, de la proyectada por Mariano Colubi, comisionado para reconocer la fuente que actualmente existe en la plaza de la villa de Pravia. El informe, fechado el 21 de mayo de 1863, concluye debe hacerse una fuente nueva ya que la existente por el estado ruinoso en que se encuentra no es susceptible de poderse reparar y por su mal aspecto debiera desaparecer de un punto tan principal de la villa.  Aconseja que se fabriquen tanto el alberque como el cuerpo de la fuente en figura de hexágono, acompañando un dibujo que desgraciadamente no ha llegado hasta nosotros.

Para reconstruir los avatares de la fuente entre una y otra fecha hemos recurrido a la prensa local y a un trabajo, depositado en la Sección Local de la Biblioteca, cuyo autor desconocemos. En el verano de 1928 se producen varias muertes por tifus, en su variante de fiebre tifoidea transmitido por una bacteria salmonella que contamina aguas y alimentos. Todos los enfermos vivían cerca de la fuente de San Andrés y el análisis de las aguas detectó contaminación por Salmonella Typhi y Salmonella Paratyphi. En cuanto a las causas de la contaminación se pensó que quizás, al estar construida la fuente sobre un terreno que había sido usado como cementerio unido a una tubería en mal estado y dañada por el aumento del tráfico de coches y camiones por la zona, se hubieran producido filtraciones a la cañería de posibles restos de difuntos. Más posible parece otra explicación, que sitúa la causa en el Güeyu, pero no en el manantial, sino en las vías de conducción: según testimonio de Celso Fernández Rodríguez, que fue concejal del Ayuntamiento de Pravia, durante la construcción, por esas fechas, del edificio de las Escuelas, hoy Biblioteca Pública Municipal, se rompió la tubería que conducía el agua a la fuente de San Andrés y los obreros repararon la avería atándola con trapos. Esto permitiría la filtración al agua de sustancias contenidas en la tierra que tapaba la tubería que, en su superficie, alojaba el mercado de cerdos.

Fuera cual fuera la causa y ante una situación que causaba alarma en la población, con la terrible epidemia de tifus de 1914 y la posterior de gripe de 1918 muy presente, se decide clausurar la fuente en 1929, siendo alcalde Santos Cueto Rui-Díaz.

Boceto de la fuente con propuesta de colocar un busto sobre ella, obra de Miguel Ruiz, en «El Sol de Pravia», 30 de enero de 1930.

A comienzos de 1930, El Sol de Pravia empieza a reclamar el derribo de la fuente de San Andrés. Hay numerosos ejemplos, como este firmado por «Botano», en la sección «Del otro mundo» (El Sol de Pravia, n. 108, 30 de septiembre de 1930): Desde estas alturas observo que eso está desconocido: han desaparecido muchas cosas viejas, y otras de las que aún existen confío en que han de ser derribadas por antiestéticas. Veo desde aquí un punto negro en medio de la Plaza que me resisto a creer sea la antigua fuente que estaba emplazada en el citado sitio, porque aquel despropósito es de suponerle apartado desde hace tiempo en algún rincón de la villa, o hecho sillares en algún edificio. La fuente protagonizó alguna inocentada y algún chiste, fue calificada como paleolítica fuentecilla de los seis caños exhaustos (El Sol de Pravia, n. 84, 10 de marzo de 1931).

También le fueron dedicados abundantes versos, como estos de la sección «0.95» (El Sol de Pravia, n. 108, 30 de septiembre de 1930): Con las fiestas todo pasa… / ¿No pasó la fuentecilla / sin ser estorbo en la Plaza? / Al contrario, constituyó un gran detalle de atracción, transformada en tómbola. / Bueno, aquello fue una feliz ocurrencia de la Comisión y una sarcástica paradoja más entre las muchas que nos suele ofrecer la vida. / Que esa fuente que manara / tanto microbio mortal, / que ese odioso «mausoleo», / que ese feo pedestal / donde anido la desgracia, / donde dio principio «el mal», / llegase a ser transformado / en templo de lo ideal;
 / no entristece? ¿no divierte? /  ¿No es coincidencia fatal / que donde anidó la Muerte / fuese la Suerte a brindar?…

Tras semejante campaña, el Ayuntamiento decide por fin, retirar la fuente que quedó en propiedad del contratista Emilio Corrales, que fue quien remodeló la plaza. Pero, está claro que nunca llueve a gusto de todos, y, al poco de desaparecer ya había quien la echaba de menos. El poema «A la malvendida y desventurada fuente de la Plaza», firmada por OTRO DE PRAVIA, con la siguiente nota de la redacción: “Esta composición, la foto de la portada y la intercalada entre los versos, nos las ha remitido un praviano que deplora y llora la desaparición del «caño» de la Plaza», fue publicada en El Sol de Pravia, n. 169, 10 de junio de 1932. Nosotros reproducimos la publicada en el portfolio de las fiestas del Cristo de 1985:

La fuente fue vendida al Ayuntamiento de Grado y está colocada como adorno de un área recreativa próxima a la capilla de San Pedro, en Vega de Anzo.

 

 

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