
Título del borrador de Reglamento de la Sociedad musical de Pravia. Archivo Benito Casielles Meana.
La belleza consiste en la perfección de los objetos materiales e imaginados, y el alma siente al percibirlos una agradable conmoción, reminiscencia acaso de la suprema perfección y belleza divina, que la transporta, por decirlo así, a una momentánea beatitud semejante a la que espera gozar de Dios por toda la eternidad. De aquí la grande admiración y la eficaz influencia que ejercen los artistas conmoviendo el alma con sus grandes obras. (…) Descuella por sus efectos conmovedores, que elevan el alma a los sentimientos más puros y a los conceptos más sublimes, la música. Ella es la más viva efusión del corazón, de todas las alegrías y de todos los dolores. (…) La música, purificando el alma por medio de los sentimientos que concita, aleja de ella la perturbación y la disonancia, inspira la armonía de los afectos, hace amable la virtud y aborrecible el vicio.