El río Nalón era el gran recurso de Pravia, pero también un gran obstáculo para su desarrollo, pues el tránsito de personas y mercancías se veía condicionado por esta barrera natural. El primer proyecto para construir un puente que salvara el río entre Pravia y Peñaullán se remonta a 1792, aunque ya se había solicitado el dinero para ello al Consejo Real en 1764.
El proyecto fue realizado por el «Arquitecto de la Academia de San Fernando don Manuel de la Peña y Padura, residente en Madrid», según consta en las respuestas al interrogatorio de Tomás López, en 1792. En 1801, se encarga la ejecución a Francisco Pruneda, que había manifestado mucho interés en dirigir «el puente de Peñaullán que es de las [obras] más vastas que pueden ocurrir en el Principado, pues sobre las dificultades que ofrece su localidad, sin embargo de los varios planos que se hicieron, acaso en 12 o más años no se concluirá».
Y aún se quedó corto Pruneda, pues el puente nunca llegó a terminarse. Así nos lo cuenta Bances y Valdés en sus Noticias históricas del concejo de Pravia, editado por Carlos Romero en 2010: «Hizo la excavación para la primera cepa de agua; púsose la grada de madera para el cimiento; creció el río; con que por esto y otras trabazones cesó la obra, después de haberse ganado más de medio millón de reales. Para que siga este año 1805 dicen está nombrado por director el mismo maestro Apadura [sic].
Si por ventura al puente de Peñaullán le sucediese lo que a las más de las obras convenientes al público, que se quedan en la clase de intentadas, ya por la poca unión de los comisionados y directores, y ya bien por la malicia e intriga de los que manipulan caudales del público, diremos para memoria de los que nos suceden el estado que tiene y qué género de obra era la proyectada. (…) este puente, según su plano, se debería de componer de más de dieciocho arcos rebajados; los principales de noventa y tantos pies de claro, que ocupasen la madre actual del río, y los demás, toda la vega de Pravia, hasta encabezar con el paseo y calzada y que sale de la villa, en el sitio que llaman la Portilla de la Vega.»
David García Álvarez, en su trabajo Análisis geográfico del crecimiento espacial de la villa de Pravia, nos da noticia de la construcción de un puente de madera, a la altura de 1868. La noticia la da el diario El Norte de Asturias, el 23 de marzo de 1868. Éste fue sustituido por otro, de hierro, a partir de 1882 que fue destruido en la guerra civil y reconstruido con posterioridad.
Para ampliar información podéis leer «Noticias sobre algunos puentes asturianos en la Edad Moderna» de Inocencio Cadiñanos Bardeci (Liño: revista anual de historia del Arte, 2008) y, de Vidal de la Madrid Álvarez, «Los arquitectos Francisco Pruneda y Benito Álvarez Pereda: la práctica académica en Asturias a finales del siglo XVIII», publicado en Boletín del RIDEA, número 144.
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